Sobre las críticas y la perspectiva

Que se exija demasiado a los jugadores no es nada nuevo. Todos conocemos casos de jugadores a quienes los "fans" les han llegado a desear la muerte por mensaje privado, o situaciones similares. Y es que cada día el League of Legends competitivo de parece más al fútbol, tanto para lo bueno como para lo malo. Si bien el "salseo", la competitividad y la aparición de los hooligans atraen a un público más amplio, también vemos la aparición de críticas más tóxicas, que en lugar de buscar el constructivismo buscan la destrucción.

Y no es raro que el fan de un club busque defender a su jugador favorito de estas críticas destructivas. De hecho es algo positivo que la comunidad se cierre en banda ante esta toxicidad. Pero claro, cuando para defender a un jugador se critica a otro, al final sólo se contribuye a este ciclo del odio. Quizás el ejemplo más claro de esto en estos últimos tiempos es el Th3Antonio vs Oscarinin en Superliga. El veterano jugador de lado débil contra la joven promesa de la toplane española. Ambos jugadores despiertan pasiones entre los fans de Vodafone Giats y G2 Arctic, eso despierta a los lobos.

Y es que para los fans de cada uno de los clubes, al jugador al que apoyan se le tira demasiado hate cuando pierde, pero en cambio al rival siempre se le suaviza una mala actuación. Para un fan de Giants, a quien no le gusta Oscarinin porque considera que tiene demasiado ego para su nivel de juego, una partida en la que queda 0/8/2 demuestra que su nivel está sobrevalorado. Para un hater de Antonio, su última actuación con Jayce en el partido contra Movistar Riders, con un score de 1/11/3, refuerza la idea de que el toplaner no puede jugar campeones carry.

Por otro lado, los defensores de ambos jugadores dirán que no es justo que se les critique tanto, cuando al otro se le dejan pasar actuaciones peores. Pero quizás ese no es el problema. Es verdad que en ocasiones a los espectadores las críticas se les van de las manos. Pero eso pasa para todos. Porque no siempre hay una doble vara de medir. A veces, lo corta que es una vara es una cuestión de donde pongamos el límite. En ocasiones, es una simple cuestión de perspectiva.