RGE - MSF: Ser una promesa
¿Cuántas veces puede uno vivir la misma historia hasta aburrirse
de ella? Esta es una pregunta que me hago cada vez que acaba la temporada
regular de la LEC. Y es que esta historia yo ya la he vivido: Rogue gana
de manera solvente el split, siendo el equipo más sólido de la liga, pero
después llegan los playoffs y no dan pie con bola. La última vez, los
roguetianos necesitaron de un milagro de Inspired contra Misfits para
clasificar al mundial, cuando en los Bo1 habían sido claramente superiores al
resto.
Y es que, al final, uno se acaba cansando de
falsas promesas. "Ya verás, este año sí que sí Rogue gana la liga", decíamos
el año pasado. Y la realidad fue que perdieron una final que tenían ganada
contra MAD Lions en primavera, y en verano tuvieron que recurrir a
prácticamente magia negra para ir al evento internacional más importante del
año. Pero ahora ya no tienes a Hans Sama e Inspired para que te lleven de la
mano. Ahora, con Comp y Malrang, Rogue debe intentar demostrar que son más de
lo que han sido.
Pero es que eso mismo es lo que intenta
año tras año. Siempre lo mismo, siempre vendiendo que esta vez es la buena. De
promesas no se puede vivir, por mucho que año tras año el club polaco lo
intente. Este año podría ser el último que tengan los pícaros
para demostrar que son algo más que un equipo bueno en el Bo1.
La otra cara de la moneda es Misfits.
Con un roster joven y prometedor, con Vetheo a la cabeza, los conejos han
logrado entrar en el top 3 de la liga. Si ganan hoy a Rogue, el equipo se
podría establecer como uno de los más fuertes de la región, y eso sería desde
luego una sorpresa. Tras la salida de Razork hacía Fnatic, parecía que el club
había quedado huérfano de capitán, pero tanto "La joyita" Vetheo como
el recién llegado Shlatan han dado un paso al frente para llevar al equipo
hasta donde está.
Y en esa tesitura se enfrentan los dos
equipos. Rogue, buscando afirmarse como un equipo bueno de verdad, también en
Bo5. Misfits, buscando venganza por lo que pasó el pasado verano y consolidarse
como el futuro de la región europea. Ambos tienen sobre sus hombros no sólo el
presente de sus clubes, sino el también el futuro. Porque ese es el precio que
tiene ser un joven talentoso. El precio de ser una promesa.
Comentarios
Publicar un comentario